El coronavirus ha supuesto un antes y un después en nuestras vidas. Hace un poco más de un año hemos tenido que acostumbrarnos a continuas restricciones a la movilidad, a tener comunicarnos con los nuestros a través de pantallas, a tener que trabajar desde casa o a tener que decir adiós a prácticamente cualquier actividad de ocio al aire libre, entre otros asuntos.
Un cambio radical que también ha afectado a la seguridad en las viviendas, donde es posible observar diferencias notables entre lo ocurrido en las primeras y en las segundas residencias o entre los pisos y los hogares unifamiliares.
Y es que, mientras que en las viviendas habituales el número de intrusiones se ha reducido enormemente, en las segundas se ha disparado como consecuencia de esas restricciones a la movilidad que comentábamos en el primer párrafo.
Muy especialmente en las situadas en el interior o en la costa, donde las bandas de delincuentes han incrementado su actividad habitual, sabedoras de la imposibilidad de los propietarios para desplazarse a sus domicilios vacacionales.
Como consecuencia directa de ello han sido muchos los dueños de inmuebles que durante estos meses han decidido contratar los servicios de empresas de seguridad para instalar sistemas de videovigilancia, colocar rejas y persianas o cambiar sus viejas puertas por una blindada.
Sistemas, todos ellos, que está demostrado reducen exponencialmente la posibilidad de sufrir allanamientos, robos u okupaciones, independientemente del tipo de vivienda y del lugar en el que esta se encuentre.
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Cómo ha afectado la pandemia a la seguridad de tu hogar
Pero no solo se han multiplicado los ataques a segundas residencias. Ya que, tal y como vienen advirtiendo las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, cada vez son más las bandas de delincuentes que, ante la necesidad de actuar, deciden dar sus golpes, aunque los propietarios se encuentren dentro.
Un modus operandi que afecta de forma particular a las viviendas unifamiliares y más específicamente a las que se encuentran alejadas de los núcleos urbanos, donde las cada vez más profesionalizadas bandas criminales se sienten especialmente cómodas haciendo de las suyas.
Basta con echar un vistazo a los informes policiales sobre okupación y robos en viviendas en el último año para comprobar la vulnerabilidad de este tipo de construcciones ante cualquier tipo de ataque.
Dicho esto, los áticos, los bajos, los estudios, los lofts y los bloques de pisos en general no se libran de los amigos de lo ajeno.
En este caso los objetivos suelen ser los garajes y los trasteros, al tratarse de dos zonas poco vigiladas y relativamente fáciles de acceder para los profesionales del robo.
Una vez dentro, tan solo tienen que saber hacer un puente para llevarse un coche o cómo romper discretamente un cristal para llevarse cualquier cosa que tengas dentro y pueda reportarles algún beneficio económico.
Aunque si hay un lugar especialmente goloso para los cacos ese son los trasteros. Un espacio donde muchas personas guardan objetos de alto valor económico obviando lo sencillo que resulta forzar una cerradura.
Esa es la razón por la que durante los meses de pandemia multitud de comunidades de vecinos han reportado robos a decenas de trasteros en una sola noche.
Por eso, si tu comunidad no cuenta con un sistema de vigilancia, te recomendamos que tengas muy presentes los siguientes consejos para evitar futuros dolores de cabeza:
- Blinda la puerta de trastero
- Cambia la cerradura
- Coloca un cerrojo
- Accede al trastero cuando no haya nadie cerca
Ten un especial cuidado para no perder las llaves
Visita el trastero diariamente - No guardes ningún objeto de valor en su interior
Tal y como se podía prever, el cierre al que se han visto obligados miles de negocios, oficinas y naves comerciales durante la pandemia ha sido aprovechado por los delincuentes para hacer su agosto.
Una serie de lugares especialmente atractivos para los amigos de lo ajeno al albergar todo tipo de productos a los que pueden dar salida en el mercado negro y que, además, suelen esconder cajas fuertes con dinero y otros objetos de gran valor económico.
Para colmo, y pese a lo que pudiera parecer, una parte importante de locales comerciales carece de ningún sistema de vigilancia o seguridad. Algo que es de sobra conocido por las bandas, quienes escogen estos lugares desprotegidos para perpetrar sus ataques.
Como ven, son muchos los efectos que está teniendo la pandemia en términos de seguridad. Esa es la razón por la que, ahora más que nunca, es importante estar prevenidos ante cualquier inseguridad en nuestras propiedades.
Con nuestro equipo de cerrajeros en Valencia disponible las 24 horas del día te podrás sentir seguro en casa ante cualquier robo o posibilidad del mismo. Tanto si necesitas un cambio o reparación de cerradura, como si pides una instalación de rejas y persianas estaremos ahí en menos de 1 hora.
Y es que, como solemos decir a nuestros clientes: la inversión en seguridad es la más barata del mundo, ya que es la única que se amortiza en el mismo momento en el que se contrata y se evita el primer ataque.
