Muchas veces tendemos a confundir la cerradura con algunas de las partes de la cerradura, por ejemplo, con el bombín. Este es, quizá, uno de los errores más comunes a la hora de referirnos a una pieza en concreto o a todo el conjunto. En cerrajeros Servihogar somos conscientes de que el mundo de la cerrajería puede ser complejo si no se tiene unas nociones básicas y que en algunas ocasiones suele generar confusiones, por eso, en estas líneas vamos a tratar de explicar bien, cuáles son las partes de una cerradura y en qué consiste cada una de ellas. ¡Vamos a ello!
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¿Qué es una cerradura?
Antes de meternos de lleno a analizar cuáles son las partes de una cerradura, lo primero que debemos tener claro es qué es una cerradura. Aunque podemos encontrar muchos tipos de cerraduras, como las cerraduras empotradas, las cerraduras tubulares, las cerraduras cilíndricas e, incluso, las cerraduras digitales, todas ellas tienen algo en común. Y es que las cerraduras —independientemente del tipo y de los metales con los cuales estén fabricadas— son mecanismos que se encargan de mantener las puertas cerradas.
También podemos encontrar cerraduras para cajones, así como para armarios o cofres, aunque en este artículo vamos a centrarnos concretamente en cuáles son las piezas de una cerradura de puerta debido a que estas son mucho más complejas y, por ende, proporcionan una seguridad mucho más elevada.
¿Cuáles son las partes de una cerradura?
Por lo general, y para que resulte fácil de entender —sin entrar en especificaciones demasiado concretas sobre lo que podemos encontrar dentro de cada pieza de las partes de una cerradura— esta se compone de un total de 7 piezas. Estas son: El frontal, el resbalón, los bulones, el bombín, la bocallave, el pomo y la caja de la cerradura. A ello debemos sumarle, también, la llave. Y es que esta es la responsable de activar el mecanismo de la cerradura y, por lo general, suele ser única —aunque también podemos encontrar llaves maestras que sirven para abrir varias cerraduras, pero eso es tema aparte—. Las diferentes partes de una cerradura de puerta son:
El frontal de la cerradura
El frontal de una cerradura es la parte metálica que puede observarse desde el canto de la puerta. Este es el que fija el bombín a la cerradura mediante varios tornillos, por lo general un par. El frontal de la puerta sirve, así mismo para sujetar el conjunto de la cerradura a la puerta sin que esta se caiga. Es una de las partes de una cerradura de puerta más visibles.
El Resbalón de la cerradura
De manera informal, el resbalón es la parte de una cerradura que tiene forma de lengüeta. Esta pieza metálica tiene un diseño uniforme con un acabado plano por una cara y ovalado por la otra. Lo que se consigue con esta pieza esencial es que la puerta quede bien cerrada y que no pueda ser abierta a menos que accionemos de la manilla o del pomo. El bombín puede ser bloqueado, así mismo, para que —en el momento de abrir la puerta— este se mantenga fijo en la misma posición, impidiendo el acceso —en algunas cerraduras con pestillo de mano—.
Los bulones de la cerradura
También denominados como paletones. Este tiene la misma función que el resbalón, la única diferencia es que este funciona con llave. El mismo se asoma o se retrae en el interior de la puerta cuando giramos la llave, impidiendo que la puerta pueda ser abierta a pesar de accionar el pomo o manilla. Es el que bloque la puerta y garantiza la seguridad de la vivienda. El bulón tiene forma de placa metálica rectangular.
El bombín de la cerradura
El bombín de la cerradura, también conocido como bombillo o cilindro, es el que se utiliza para asomar el bulón o para retraerlo. En él se inserta la llave que ha sido diseñada en base a los pistones del interior del bombín. De esta forma, al girar la llave esta los accionará y permitirá llevar a cabo la apertura de la puerta o su bloqueo.
La bocallave de la cerradura
La bocallave es una de las partes de una cerradura con aspecto cilíndrico y metálico. La bocallave protege el bombín que asoma a través de él con una silueta recortada según su medida y dimensiones.
El pomo de la cerradura
También conocido como la manilla. Es la parte de la cerradura que sirve para poner en marcha el mecanismo del resbalón, el cual se esconde en el interior de la puerta, permitiéndonos la apertura de esta.
Caja de la cerradura
La caja de la cerradura es la que ensambla todos los mecanismos necesarios para que funcione adecuadamente la cerradura. Esta suele contar con un hueco para el cilindro, un hueco cuadrado para la manilla y unos orificios para atornillar el frontón y resbalón a esta. La caja de la cerradura incluye en su interior los mecanismos necesarios para que funcione el paletón.
